Harvie es un niño de 10 años muy inteligente, aunque demasiado entusiasta, y con un único objetivo: superar el último e imposible nivel de su videojuego favorito. Cuando consiga llegar al Salón de la Fama de los jugadores, sus compañeros de colegio tendrán que respetarlo e incluso su despistado padre estará orgulloso de él.