Denzel Washington, en un registro muy introspectivo, interpreta al hombre que quiere ser rey, y una maquiavélica Frances McDormand es su Lady. Ambos ofrecen meticulosas interpretaciones de unos personajes hastiados, una pareja que acabará tramando un asesinato político y enloquecida por la culpa, tras escuchar los pronósticos malévolos de un trío de «hermanas fatídicas» (encarnadas por Kathryn Hunter).