Michelle y Allen han llegado en su relación al punto de dar los siguientes pasos hacia el matrimonio. Pensando que es una buena idea invitar a sus padres para que por fin se conozcan, organizan una cena y la convierten en un asunto familiar. Para sorpresa de todos, el asunto adquiere una dimensión totalmente inesperada, ya que los padres se conocen bien, demasiado bien: llevan meses engañando a sus cónyuges… el uno con el otro. Atrapados en este delicado atolladero, intentan ocultar sus devaneos a los ojos de sus retoños mientras se enfrentan abiertamente a los amantes de sus cónyuges. ¡Que empiecen los escarceos!